LA
COMUNICACIÓN GRUPAL
ÍNDICE
- Dificultades comunicativas en grupos nuevos y en formación
- La comunicación grupal2.1 Niveles de comunicación
2.2
¿Qué clase de problemas hacen que a dos personas les resulte
difícil entenderse en el transcurso de una conversación?
2.3
Alternativas y consejos
4.
Nuestras dinámicas
5.
Referencias bibliográficas
- DIFICULTADES COMUNICATIVAS DE GRUPOS NUEVOS Y EN FORMACIÓN
A
la hora de delimitar el concepto de grupo se recurre normalmente a la
aglutinación de unas características basadas en la interdependencia
de los miembros del grupo, la identidad o interacción, y la
estructura social del grupo.
En
cuanto a las primeras, cabe decir que hay dos tipos de definiciones
de grupo basadas en la interdependencia: la interdependencia de los
miembros (afinidad de sus componentes) y la interdependencia en
relación a los objetivos (alcanzar unos objetivos). Por su parte,
las definiciones que resaltan los aspectos perceptivo-cognitivos o de
identidad centran su atención en la percepción de unidad que tienen
los miembros de un grupo cuando comparten objetivos, realizan tareas
comunes o establecen prolongadas relaciones; se crea una conciencia
colectiva como consecuencia del trato mutuo, de visiones similares
sobre los problemas, de identificación con tareas y objetivos y, por
tanto, tienden a percibirse como un todo. El tercer grupo de
definiciones centra su atención en la interacción de los miembros
del grupo y en su estructura social, aunque se trate de un criterio
en ocasiones difícil de diferenciar con los procesos de
interdependencia y de identidad.
Entender
los mecanismos que utiliza, por ejemplo, una persona que evita
colaborar con sus compañeros en tareas académicas, es un elemento
esencial para afrontar la comprensión de los procesos grupales. Para
mejorar el conocimiento de los procesos psicosociales
relacionados con la acción grupal, mencionaremos los principales
tipos de grupos:
1.
Grupos propios (endogrupos) y ajenos (exogrupos).
2.
Grupos de iguales.
3.
Grupos de referencia y grupos de pertenencia.
4.
Grupos pequeños y grupos grandes.
5.
Grupos primarios.
6.
Grupos secundarios o grupos formales y grupos informales.
Aunque
en ocasiones nos resulta posible conocer la exactitud con la que se
forma un grupo, en la mayoría de las situaciones es muy difícil
determinar en qué momento se ha originado, sobre todo cuando se
trata de grupos naturales. Para intentar explicar la formación de un
grupo se han utilizado dos criterios, uno denominado instrumental o
funcional (nos agrupamos para lograr satisfacer distintos tipos de
necesidades: de información, psicológicas, interpersonales,
colectivas, etc., pues de otro modo no podrían lograrse) y el otro
motivacional o de atracción interpersonal (nos agrupamos como
resultado de un análisis de características percibidas entre dos o
más personas: atractivo físico, proximidad, reciprocidad,
similaridad, etc.)
Como
se ha comentado, normalmente cada grupo persigue unos objetivos
determinados. Nuestro objetivo común es convertirnos en
profesionales de la docencia y encontrar trabajo. Hay varios
procedimientos y tareas particulares que conducen a este objetivo y a
la necesidad de formar un grupo y asegurar su existencia para
esforzarse en común en la consecución de las metas. No obstante, el
grupo presenta una serie de dificultades que tiene que aprender a
manejar y a dominar con facilidad e inventiva, para lograr su
objetivo.
Las
más comunes son:
1.Descubrir
cuáles son las condiciones necesarias para “pertenecer al grupo”.
2.
Averiguar qué clase de jefatura encuentra adeptos y apoyo.
3.
Definir los límites del comportamiento aceptable para los miembros.
4.
Resolver cómo se debe reaccionar frente a un comportamiento
discrepante o impopular.
5.
Encontrar un modo de comportarse ante miembros especiales, como por
ejemplo, el monitor.
6.
Fijar sus normas y condiciones.
7.
Descubrir quién está “dentro” y quién “fuera” y por qué.
Además,
el grupo debe fijar una serie de controles y contacto personal:
1.
Desarrollando modos de proceder específicos para lo que en él
sucede.
2.
Uno de estos modos específicos de proceder es el que se utiliza para
la adopción
de
decisiones.
3.
Desplegando objetivos que correspondan a las necesidades de sus
miembros
individuales.
4.
El grupo tiene que hallar un método aprovechable de comunicación
que permita a sus miembros no sólo entender lo que dicen los otros,
sino también lo que piensan.
5.
Encontrar un método adecuado de feedback entre los distintos
miembros y el grupo.
6.
Desarrollar la suficiente cohesión para estar capacitado para el
trabajo. Cohesión
es
la “suma” de la fuerza de atracción del grupo sobre todos sus
miembros.
7.
Definir normas adecuadas y límites para el manejo de sentimientos
personales.
Algunas
posibilidades para aminorar la tensión negativa son:
1.
Aceptar las dificultades como algo natural, aunque no necesariamente
con agrado.
2.
Manifestar los propios sentimientos y ayudar a otros a que cambien
los suyos.
3.
Presuponer y aceptar que en los primeros estadios de un desarrollo
colectivo hay que emplear mucha energía en: formar el grupo, aclarar
sentimientos y hallar disposiciones de trabajo.
Algunas
variables psicosociales manifestadas por los miembros grupales y que
pueden influir en la eficacia grupal son las actitudes, las
expectativas de género, los prejuicios, estereotipos, etc. De esta
manera, nuestra educación de género, por ejemplo, y nuestra
formación para el trabajo en grupo podrían estar relacionadas con
la eficacia de nuestra conducta en grupos heterogéneos. Una
educación sexista, individualista o competitiva podría ser una
traba difícil de superar a la hora de participar en grupos sociales
o laborales. Ciertos estudios indican que los jóvenes consideran al
grupo como una entidad colectiva donde se valora la lealtad y la
solidaridad, las jóvenes, sin embargo, lo perciben como una
estructura de amistades íntimas bipersonales. Estudios procedentes
de la psicología de las Organizaciones han constatado la dificultad
que muestran los hombres a la hora de formar parte de grupos
laborales mixtos, sobre todo si son liderados por una trabajadora
cuyas pautas deben acatar, jijijiji ;) (Cano y Martín, 2007).
- LA COMUNICACIÓN GRUPAL.
Una
de las razones fundamentales por las que decimos que el ser humano es
social y sociable es porque puede comunicarse, es decir, intercambiar
pensamientos, emociones y experiencias. A estos intercambios los
llamamos comunicación (Loscertales y Gómez, 1998). Aun más, a
través de estos intercambios las personas no solamente nos
relacionamos, sino que también nos influimos en nuestra forma de ser
y de comportarnos. La comunicación persuasiva, como la más
destacada forma de comunicación eficaz, es aquella destinada a
conseguir un cambio de actitud en el receptor del mensaje.
Precisamente cuando se estudia el cambio de actitudes siempre se cita
como el primero de los agentes de cambio la información sobre el
tema de que se trate. La persuasión es una forma eficaz de
influencia social, en la que se construye un mensaje persuasivo que
influye sobre el receptor. Por tanto, es el receptor quien toma la
decisión acerca de la conducta que va a desarrollar.
De
forma sintética, la comunicación puede definirse como el
procedimiento por el cual se realiza la transmisión de una
información entre un emisor y un receptor. Sin embargo, el proceso
de comunicación es mucho más complejo, por lo que se han
desarrollado distintos modelos que intentan darle explicación.
La
mayoría de los modelos actuales sobre la teoría de la comunicación
parten de los planteamientos de Shanon y Weaver (1994) quienes
desarrollan el diagrama de comunicación más aceptado, entre otras
razones por su simplicidad y que consta de los siguientes elementos:
fuente (representa el origen del mensaje y estaría formado
por el aparato psíquico del individuo que inicia la comunicación e
incluye conocimientos, actitudes y habilidades); mensaje (es
la información que se transmite y que en su forma más primitiva se
presenta como un pensamiento con representaciones visuales,
auditivas, etc., también se denomina input o entrada de
información)¸ emisor (transforma el mensaje en una señal
adecuada para ser transmitida por el canal que se va a utilizar; a
esta operación se la denomina codificación e implica distintas
estructuras cognitivas); código (sistema formado por un
repertorio de señales –léxico- y unas reglas de combinación
–sintaxis- que permiten los procesos de codificación y
decodificación); canal (soporte físico utilizado para la
transmisión del mensaje), señal (forma codificada del
mensaje que cuando es entendida por el receptor como asociada al
referente se denomina signo y cuando es reconocida por un
grupo como expresión de un referente se denomina símbolo);
receptor (elemento que capta y descodifica la señal
restituyendo el mensaje –sistema auditivo o visual); destinatario
(persona a quien va dirigido el mensaje); referente (objeto,
sujeto o situación a quien hace referencia el mensaje; es uno de los
componentes del mensaje) y, por último, ruido (que interfiere
en la transmisión del mensaje en cualquiera de los niveles de la
comunicación).
Por
otra parte, además de los modelos que tratan de explicar los
elementos de la
comunicación,
se han establecido una serie de axiomas básicos (Walzlawick, Beavin
y
Jackson,
1967):
1.
No se puede no comunicar. No es posible en
presencia de otra persona no
intercambiar
algún tipo de comunicación.
2.
Toda comunicación presenta dos aspectos: el contenido y la
relación, de forma
que
la segunda engloba a la primera y, por tanto, es una
metacomunicación. Es
decir,
toda comunicación implica una parte verbalizable y traducible, pero
también los aspectos no verbales que deben interpretarse según unos
presupuestos culturales implícitos y sobreentendidos.
3.
La naturaleza de una relación depende de la puntuación de las
secuencias de
comunicación
entre los interlocutores. Es imposible no puntuar un
mensaje,
pues
cualquier palabra es emitida de una forma determinada e incluso los
silencios
adquieren siempre un significado en función del contexto.
4.
Los seres humanos utilizan dos formas de comunicación:
digital y analógica. El
primero
es básicamente el hablado (sintaxis), el segundo es gestual, también
denominado
mímico (semántica).
5.
Todo intercambio de comunicación es simétrico o complementario,
según esté
basado
en la igualdad o en la diferencia. La relación
simétrica minimiza las
diferencias,
la complementariedad tiende a potenciarlas.
2.1.
Niveles de comunicación.
La
comunicación puede situarse al menos a tres niveles diferentes:
intrapersonal,
interpersonal
y público.
1.
Comunicación intrapersonal: el individuo se envía
un mensaje a sí mismo (a su
interior).
Este proceso de comunicación precede a los otros dos niveles e
implica la percepción de sí y de los otros, elementos esenciales de
toda comunicación.
2.
Comunicación interpersonal: podemos decir
que incluye todo lo que vamos a
decir
sobre la comunicación entre dos personas.
3.
La comunicación pública: es la que tiene lugar
entre una persona y varias otras.
La
mayor parte del tiempo toma la forma de un discurso público.
Diríamos que
es
la comunicación que más comúnmente se realiza.
Cuando
nos comunicamos con alguien no sólo utilizamos las palabras, sino
también el tono que le damos a las mismas y los gestos con que las
acompañamos. En este caso hablamos de comunicación no verbal que
también se desarrolla dentro de un contexto. Supone, además, la
captación de aquellas señales sutiles que complementan e ilustran
aspectos de la interacción verbal y a menudo proporcionan mensajes y
expresan sentimientos que no están sujetos al análisis directo
consciente de quienes interactúan.
Poyatos
(1994, p. 17) considera que la comunicación no verbal son las
emisiones de signos activos o pasivos, constituyan o no
comportamiento, a través de los sistemas no léxicos somáticos,
objetuales y ambientales contenidos en una cultura, individualmente o
en mutua construcción.
Por
tanto, entendemos lo que nos dicen no sólo a través de la
comunicación verbal, sino también por los gestos, las expresiones,
en definitiva, por la comunicación no verbal. El lenguaje no verbal
es más sutil y se presta a múltiples interpretaciones, resultando
en unas ocasiones más eficaz que el lenguaje verbal y en otras
–debido a una falsa interpretación- ser causa de disgustos. En
ocasiones puede transmitir intenciones más profundas que el lenguaje
verbal; también sabemos que es más difícil engañar en un nivel no
verbal que verbal. El lenguaje no verbal nos exige más control y es
más difícil de disimular. También se ha observado cómo la
simpatía y la antipatía la comunicamos más preferentemente con el
lenguaje no verbal (Martín y Cano, 2007).
Los
principales aspectos de este tipo de comunicación son: la mirada, la
expresión facial y de los gestos, la ocupación del espacio
(distancia interpersonal, la postura para hablar, los gestos de
descarga, qué hacer con las manos, etc.), el tacto (el apretón de
manos y el contacto íntimo), el olfato, la apariencia física
general y las señales no verbales de ocultar la verdad.
A
pesar de su importancia, las habilidades de comunicación efectiva no
son algo que se adquiere de forma natural y espontánea, sino al
contrario, supone un proceso complejo. No obstante, se trata de un
conjunto de habilidades que se pueden aprender, practicar y mejorar
(Argyle, 1978; Bandura, 1977).
Un
elemento estructural fundamental dentro de un grupo, que alude
especialmente a la consolidación de formas habituales de relación y
comunicación entre miembros de un grupo, son las redes de
comunicación. Es importante conocer con cuánta facilidad o
dificultad son capaces de comunicarse los miembros de un grupo y es
evidente que las redes de comunicación determinan en parte la
eficacia de un grupo.
En
resumen, resulta evidente que la comunicación se desarrolla y
vivencia dentro de una comunidad, en el seno de los grupos, etc. Que
se desarrollan en un marco, que no es otro que la sociedad, la
estructura social repercutirá en tales aspectos, de manera que las
personas en interacción comunicativa han de ser conscientes de la
importancia que tiene comunicarse eficazmente tanto en su vida
privada y personal como en el mundo exterior.
*
Actividad 1. Monólogo controlado: Reglas de juego.
- A comienza con una frase, una tesis; B tiene que repetir en principio la frase deA con su sentido exacto; si el sentido de la frase no ha sido desfigurado por B, tieneque confirmarlo A con “es verdad” o “cierto”; sólo entonces puede B responder (ocomentar) la frase de A.
- Si una frase, por ejemplo, no es repetida en todo su sentido por B (o por A), (o B) no la confirma con “es verdad” o “cierto” sino que la niega con “falso” o “no” y B (o A) tiene que repetirla de nuevo; si continúa siendo falsa, tiene que decirla otra vez A (o B), B la repite, etc.
- C actúa como observador e interviene verbalmente cuando las reglas del juego no se cumplen. También se encarga de medir el tiempo y de comprobar si hay correspondencia entre el lenguaje verbal y no verbal de los interlocutores.
- Esta conversación dura en cada paso 15 minutos (en total tres veces); al cabo de los 15m. se cambian los papeles de modo que cada participante sea una vez también observador. Al cabo de 45m. Se reúnen para la discusión en común.
Esta
dinámica sirve para entrenar la recogida de información, para
asegurarnos
de
que el mensaje es escuchado en su totalidad, evitando
interpretaciones del mismo.
Por
otra parte, cada interlocutor señala hasta qué punto se ha sentido
escuchado
por
la otra persona. El papel del observador resulta igualmente
fundamental al dar
feedback
sobre los distintos tipos de lenguaje verbal y no verbal.
Para
facilitar la puesta en marcha de una escucha activa hay que seguir
una serie
de
pautas, como son:
- Mantener contacto ocular con el que habla.
- Indicar que se escucha diciendo “sí” y afirmando con la cabeza.
- No expresar inicialmente el propio acuerdo o desacuerdo, sino mostrar simplemente que se ha comprendido lo que decía el que habla.
- Dejar las pausas para animar al que habla a que lo siga haciendo. No llenar los silencios.
- No desplazar el centro de atención de la conversación del que habla mostrando desacuerdo o hablando de uno mismo.
- Formular preguntas abiertas para animar al que habla a continuar hablando o discurrir.
- Resumir o reafirmar de vez en cuando lo que dice el que habla para mostrar que le hemos entendido.
- Responder a los sentimientos que parecen estar detrás de las palabras. Mostrar que se comprende cómo se siente el que habla.
2.2.
¿Qué clase de problemas hacen que a dos personas les resulte
difícil entenderse en el transcurso de una conversación?
2.2.1.
Defectos frecuentes por parte del que habla:
- No organiza sus pensamientos antes de hablar.
- Se expresa con imprecisión.
- Intenta encerrar demasiado en un enunciado, de modo que éste produce un
efecto
desconcertante. La eficacia aumenta con la brevedad.
- Introduce demasiadas ideas en sus juicios, con frecuencia sin relación entre sí,
de
modo que el interlocutor encuentra dificultad en resumirlas.
- Sigue hablando por falta de seguridad, sin apreciar la capacidad de comprensión
de
su interlocutor. La falta de eco, cuando se habla mucho tiempo,
acrecienta una
necesidad
de confirmación que ha de quedar sin efecto.
- Pasa por alto determinados puntos de la respuesta del hablante anterior y por eso
no
responde oportunamente a lo que se había dicho antes. La
conversación no
progresa.
2.2.2.
Defectos frecuentes por parte del que escucha.
- No presenta la debida atención.
- Está pensando en su respuesta y la ensaya en lugar de escuchar atentamente; se
la
prepara mientras el interlocutor está aún hablando. Resultado: no
puede repetirlo
todo,
olvida lo que se ha dicho y lo que quiere decir.
- Tiende más bien a fijarse en detalles e incluso entusiasmarse por ellos, en lugar
de
recoger todo el sentido y las informaciones principales.
- No hace más que prolongar el pensamiento del hablante, repite más de lo que el
interlocutor
ha dicho.
- Intenta encajar en sus esquemas mentales lo que él menos domina.
2.3.
Alternativas y consejos
2.3.1.
Para el que aplica el feedback:
- Refiérete a particularidades concretas, al material de la situación de aquí y ahora.
- Somete tu observación al examen de otros.
- Da tu información de manera que ayude realmente.
- Dala lo más pronto posible.
- Evita valoraciones e interpretaciones morales.
- Ofrece tu información, no la impongas, no seas importuno.
- Sé abierto y sincero.
- Admite que también tú puedes equivocarte.
2.3.2.
Para el que recibe el feedback:
- No argumentar ni defender.
- Sólo escuchar, pedir información y aclarar.
- La eficacia de la ayuda depende también de la sinceridad del receptor.
3.
DINÁMICAS DE GRUPO.
Desde
hace ya mucho tiempo se sabe que algunos trabajos resultan más
fáciles realizados en grupo que de manera individual, como
consecuencia de ello se establecieron numerosos centros de
investigación especializados en los distintos fenómenos grupales,
como el Laboratorio de dinámica de grupo de la Universidad de
Delaware, el Centro de dinámica de grupo en la Universidad de
Temple, el Centro de investigación de dinámica de grupo de la
Universidad de Michigan o el Centro de investigación de relaciones
humanas de la Universidad de Nueva York.
Dentro
del campo de la Psicología Social, Lewin fundó en 1944 el primer
centro sobre investigaciones de dinámicas de grupo, inaugurando un
campo de estudio con el que se consigue mayor eficacia en el logro de
los objetivos, el aumento del rendimiento grupal y mayor satisfacción
interna tanto colectiva como individual (Bueno y Garrido, 2003).
Para
varios autores (v.g. Salazar, 1979), el estudio de la dinámica de
grupo puede abordarse desde la doble perspectiva de las vivencias
personales dentro del grupo (Moreno, 1962) o desde el análisis
directo del propio grupo (Allport, 1924). En sentido amplio, abarca
las variaciones de la conducta individual de los miembros como tales,
las relaciones entre grupos, el desarrollo de técnicas de eficacia
grupal, etc. Definiciones más actuales sobre la dinámica de grupos,
la caracterizan como disciplina que estudia las fuerzas que afectan a
la conducta de los grupos, empezando por el análisis de la situación
grupal como una gestalt, pudiéndose comprender los aspectos
particulares de la vida de un grupo y la de sus miembros.
La
investigación también ha permitido establecer un conjunto de
aplicaciones prácticas orientadas a perfeccionar la acción grupal,
organización, manejo y conducción, que es lo que se conoce como
técnicas de grupo, técnicas de dinámicas de grupo o dinámica de
grupo aplicada. Estas técnicas están formadas por procedimientos
sistematizados para organizar y desarrollar la actividad de un grupo
basándose en la importancia que tiene la cooperación. El grupo
permite a cada miembro desarrollar sus capacidades, aumentar sus
conocimientos y solucionar problemas con mayor facilidad que si lo
hiciera por sí solo, ya que estas técnicas permiten mejorar el
rendimiento grupal y facilitar el clima adecuado para la consecución
de objetivos. Las técnicas de grupo señalan situaciones o momentos
de la vida del grupo en la que se plantean de forma estructurada un
objetivo o tarea a realizar, con unos recursos concretos y dentro de
unos límites fijados con anterioridad (Guil, Loscertales, Marín,
Guil y Juidias, 1992).
Las
experiencias grupales se consideran un microcosmos de la sociedad y
un laboratorio donde las personas podemos investigar sobre nosotros
mismos y sobre los demás. Las técnicas grupales deben considerarse
como medios para alcanzar una meta grupal, siendo varios los
objetivos que se persiguen con el empleo de estas técnicas, como por
ejemplo, conocer a los demás y a uno mismo (ventana de Johari),
conocer la dinámica y funcionamiento del grupo, desarrollar la
eficacia de las actividades grupales, lograr la madurez del grupo y
de sus miembros, fomentar la cohesión e interacción grupal,
conformar la estructura de roles, facilitar el aprendizaje de
conocimientos, habilidades y valores, etc.
En
definitiva, existe una amplia gama de posibilidades oscilantes entre
la eficacia (capacidad del grupo para alcanzar sus objetivos con la
máxima calidad posible, para lo cual es imprescindible formular los
objetivos de forma adecuada, la adherencia a las normas grupales y un
liderazgo eficaz) y la satisfacción (relacionada con la estabilidad
afectiva y emocional de los miembros y del grupo, los estilos de
comunicación, etc.) ambas, variables fundamentales e
interrelacionadas, en la medida en que sus efectos pueden darse en
ambas a la vez.
Por
sus características, las técnicas de grupo son apropiadas para
grupos y circunstancias diferentes, aunque esto no significa que sean
adecuadas para todos los problemas y situaciones. Fundamentalmente,
esto dependerá de las aptitudes de quien aplica la técnica, de los
objetivos de aprendizaje y de las características del grupo,
fundamentalmente. Entre los ámbitos de aplicación más importantes
de dichas técnicas
de
grupo tenemos:
- formación (desarrollo de capacidades o potencialidades y resolución de problemas). Un ejemplo es nuestro grupo de Super Docentes.
- psicoterapia (superación de trastornos de origen físico o psíquico, apoyo social)
- educación (estructuración del aula, mejora del clima)
- social (comunicación y convivencia)
- organizacional (trabajo conjunto y eficacia grupal).
Cada
una de las distintas técnicas de grupo puede aplicarse en función
de las condiciones específicas presentes, teniendo en cuenta para la
elección de una técnica u otra, el conocimiento de los fundamentos
teóricos de la dinámica grupal, el dominio de su puesta en
práctica, conociendo sus ventajas y riesgos, delimitar el objetivo
para afinar la elección adecuada, seguir el procedimiento señalado,
crear un clima cálido y facilitador del desarrollo de la tarea, el
mantenimiento de una actitud cooperativa al amparo de un liderazgo
flexible y participativo, que favorezca el trabajo voluntario y la
buena intención, y el previo análisis de la situación social
(entorno, características de los componentes del grupo, recursos
disponibles, etc.)
Más
allá de estos aspectos a tener en cuenta, existen otros igualmente
importantes como es la necesaria conciencia de que el grupo existe
por parte de sus miembros, quienes deben sentir que están trabajando
en su grupo y por él. De hecho, todas las técnicas llevan implícito
el desarrollo del sentimiento del “nosotros”, el pensamiento
activo, la escucha comprensiva, el desarrollo de las capacidades de
cooperación, intercambio, responsabilidad, autonomía y creación,
así como una actitud positiva ante los problemas de las relaciones y
a la adaptación social.
3.1.
Algunas técnicas de dinámicas de grupo entre las muchas vistas y
puestas en práctica desde el comienzo de nuestro curso. ;)
3.1.1.
Mini laboratorio.
El
objetivo de esta dinámica tiene que ver con la vivencia inicial del
campo de tensión entre microgrupo y macrogrupo; dejar que el proceso
colectivo se ponga en movimiento por presión exterior; reflejo de la
realidad del laboratorio. Esta dinámica se recomienda cuando el
grupo presenta buena aptitud de cooperación. Los pasos a seguir son
los siguientes:
- Cada grupo se da a sí mismo un nombre diferente
- Comunicar recuerdos del primer día de clase
- Adivinar qué hobby podría practicar cada uno de
los
componentes del grupo.
4)
Darse a conocer todos los grupos, señalando los aspectos
más
relevantes de la dinámica.
3.1.2.
Regel du mir, so regel ich dir (Me das la regla y yo te la doy).
El
objetivo de esta actividad es experimentar y vivir la problemática
decisión en una situación modelo abierta, que resulta especialmente
extraña por su semejanza con
determinados
juegos de sociedad o variaciones de los mismos. Está indicada para
aquellas
situaciones donde resultan problemáticos el desarrollo de la
organización y las
necesidades
colectivas. Es óptimo para relajar y dinamizar seminarios algo
rígidos.
Puesta
en común sobre la organización para lograr el objetivo, cómo se ha
estructurado
el
grupo, si ha emergido un líder, cómo se han creado las reglas, la
distribución de
premios
y castigos, cómo se han rechazado las malas ideas, cómo se ha
llevado a cabo
la
toma de decisiones, qué miembros han destacado más, cómo se han
resuelto las
dificultades
y principalmente si han logrado divertirse o qué se lo ha impedido.
3.1.3.
La ventana de Johari
La
ventana de Johari representa modificaciones de la percepción de sí
mismo y
del
otro en el transcurso de un proceso de grupo.
- Cuadrante A. Es la zona de la actividad libre, de las situaciones y hechos
públicos,
donde los comportamientos y motivaciones son tan conocidas para mí
como
perceptibles para otros.
- Cuadrante B. Es la zona del comportamiento conocida y consciente para mí, pero que yo no he dado, o no quiero dar, a conocer a otros.
- Cuadrante C. Es el punto ciego de la percepción de sí mismo, es decir, la parte del comportamiento visible y reconocible para otros, y no consciente, en cambio, para mí mismo.
- Cuadrante D. Comprende procesos no conocidos ni para mí ni para otros y que se mueven en la zona inconsciente. Por regla general esta zona no se trabaja en grupos de entrenamiento.
Los
métodos para aumentar el espacio libre A son
predominantemente:
1.
Entregar informaciones sobre sí y sobre lo hasta ahora privado.
2.
Proporcionar y recibir feedback.
Hasta
qué punto sea esto posible, se determina en gran parte por la
disposición a aprender y la capacidad de aprendizaje del individuo
en particular y del grupo en general.
Algunas
técnicas y procedimientos para alcanzar esto son:
- Aceptar la propia imagen del otro y tomarle en serio.
- Comunicar incluso cuando se hayan alcanzado los límites propios.
- Disposición a ampliar la autocomprensión, creciendo así la disposición a dar y arecibir feedback.
En
la medida en que se consiguen dichos objetivos:
- Se da a otra persona seguridad y disposición a oír sin prejuicios.
- Se aminora la resistencia a los cambios de comportamiento y el miedo al estudio de sus causas ocultas.
- Se hace posible reflejar la propia situación y experimentar nuevas actividades
- orientadas al futuro.
- Se experimenta el efecto propio sobre los otros, incluso el efecto de modos de comportamiento no verbales y preverbales.
- NUESTRAS DINÁMICAS:En construcción
5.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- Allport, F. H. (1924). Social psychology. Boston: Houghton Miffllin.
- Argyle, M. (1978). The psychology of interpersonal behaviour. Harmondsworth: Penguin.
- Bandura, A. (1977). Social learning theory. Prentice Hall: Englewood Cliffs.
- Bueno, M. R. y Garrido, M. A. (2003). Dinámica y técnicas de grupo. En M. Marín y M. A. Garrido(Coords.), El grupo desde la perspectiva psicosocial. Conceptos básicos. (147-160). Madrid:Pirámide.
- Cano, M. C. y Martín, M. P. (2007). La conducta de los grupos humanos. En Jiménez (Coord.), Ciencias psicosociales aplicadas a la salud (513-535). Córdoba: Servicio de publicaciones de la Universidad de Córdoba.
- Guil, A., Loscertales, F, Marín, M., Guil, F. y Juidias, J. (1992). La interacción social en educación: Una introducción a la psicología social de la educación. Sevilla: Sedal.
- Loscertales y Gómez, (1998). La comunicación: una perspectiva psicosocial. En J. M. León, S. Barriga,
- T. Gómez, B. González, S. Medina y F. J. Cantero (Eds.), Psicología Social (245-278). Madrid: McGraw-Hill Interamericana.
- Martín, M. P. y Cano, M. C. (2007). Percepción, comunicación y atracción interpersonal. En Jiménez(Coord.), Ciencias psicosociales aplicadas a la salud (465-488). Córdoba: Servicio de publicaciones de la Universidad de Córdoba.
- Moreno, J. L. (1962). Fundamentos de la sociometría. Buenos Aires: Paidós.
- Poyatos, F. (1994). La comunicación no verbal (vol. 3). Barcelona: Istmo.
- Salazar, J. M. (1979). Psicología social. México: Trillas.
- Shanon, C. E. y Weaver, V. (1994). The mathematical theory of communication. Illinois: University of Illinois Press.
- Walzlawick, P., Beavin, J. y Jackson, D. D. (1967). Pragmatics of human communication. Nueva York: Norton.